gues relacionándote con tus amigos, y mucho, sin necesidad de las redes sociales, no tuviste un móvil hasta la universidad y cada vez que tenías una duda consultabas la enciclopedia (o la Encarta para los afortunados que ya tenían ordenador). Si este es tu caso,
La generación X son las personas que nacieron entre la década de los 60 y los 80. Es decir, son los hijos de los baby boomers y los padres de los millennials. Ahí, justo en medio de estos dos cohortes demográficas, se sitúan los xennials.
Este término apareció por primera vez en el artículo "Reasonable People Disagree about the Post-Gen X, Pre-Millennial Generation", publicado en Good el 25 de septiembre de 2014. Básicamente se refiere a los xennials como “una microgeneración que funciona como puente entre el descontento de la Generación X y el alegre optimismo de los millennials”. Se podría acotar un poco más afirmando que estas personas podrían haber nacido entre el 1977 y el 1983 (los fans de Star Wars seguro que saben el porqué).
Estamos hablando de unas personas que, como muchos de nosotros, nos hemos criado en un mundo plenamente analógico. Jugábamos en la calle a la pelota o a la goma, leíamos libros en papel y nos comunicábamos con nuestros amigos del pueblo a través de cartas. La digitalización nos ha llegado a la edad adulta, normalmente en los últimos años de instituto o al comienzo de la universidad.
Pero, ¿qué caracteriza a esta microgeneración? Compartimos con la Generación X el cinismo, aunque nos asemejamos a los millennials en el dinamismo y el optimismo que mostramos al enfrentarnos a la vida.
Nosotros somos esas personas que hemos tenido la oportunidad de relacionarnos a través de correo postal e email, hemos disfrutado con Star Wars y Harry Potter, comprado música en discos, CD y iTunes y llevado a revelar los carretes de fotos para posteriormente utilizar cámaras integradas. Somos esa generación que lloraba a nuestros padres por un walkman, y que presumía ante sus amigos cuando le compraban un discman. Aquellos mismos que reconocemos un Nokia 3310 y un One Touch Easy. Y, por supuesto, somos esas últimas personas que "quedaban" con sus amigos.