Los contenidos que se popularizan
de forma masiva en redes sociales siguen
siempre un mismo patrón: un despunte de intercambios justo al publicarse,
con un punto álgido ocho horas
después, tras el cual se comparten a un ritmo lento hasta difuminarse.
¿Conoces BuzzSumo? Son una compañía dedicada a analizar qué tiene éxito
y qué no en redes sociales, a base de medir casi todo lo que se escribe en
Internet: qué artículos triunfan en un determinado tema y qué influencers son
los más recomendados para una temática concreta.
Más de 100.000 dominios de alto
nivel actualizados semanalmente se incluyen en un algoritmo cuyo uso en distintos eventos
confirma la enorme similitud de la expansión biológica de los virus con la de los llamados contenidos
virales en internet -denominados así no por ser necesariamente
maliciosos ni dañinos, sino por su rápida reproducción de forma masiva.
Recientemente han publicado un estudio sobre por qué el contenido se hace viral, analizando más de 100 millones de artículos, los Sumo-científicos de BuzzSumo han llegado a la conclusión de que el contenido más largo tiene un mayor éxito que el corto, a pesar de la navegación móvil y a pesar de que nuestra atención es cada vez menor…
Aun así, y aunque tus posts no tengan que alargarse innecesariamente, estaría genial que si vas a tocar un tema te propongas tratarlo en la mayor profundidad posible: aportarás más valor, podrás captar más tráfico long tail y la ciencia dice que tu artículo se compartirá más.
Recientemente han publicado un estudio sobre por qué el contenido se hace viral, analizando más de 100 millones de artículos, los Sumo-científicos de BuzzSumo han llegado a la conclusión de que el contenido más largo tiene un mayor éxito que el corto, a pesar de la navegación móvil y a pesar de que nuestra atención es cada vez menor…
Aun así, y aunque tus posts no tengan que alargarse innecesariamente, estaría genial que si vas a tocar un tema te propongas tratarlo en la mayor profundidad posible: aportarás más valor, podrás captar más tráfico long tail y la ciencia dice que tu artículo se compartirá más.
Las imágenes en los posts hacen que los
artículos se compartan más; demoledor, ¿verdad?
Bueno,
aunque sea algo bastante obvio, al menos
el esfuerzo ha servido para que el contenido se viralice mejor. De hecho, se
comparten en Social Media aproximadamente el doble que las que no tienen
imagen.
Siempre decimos que a los contenidos hay que ponerles
cariño, pero donde
decimos cariño también podríamos decir odio irracional e incontrolable: lo
importante es que le pongas sentimiento y tu post transmita algo. Curiosamente
las 3 emociones que mejor funcionan en el campo de
la viralización de contenidos son la sorpresa, la risa y el
entretenimiento. En general, cuanta mayor sea la carga emocional de un
mensaje mayor es la probabilidad de que se redifunda. Cuando el contenido es
demasiado impactante el redifusor tiende a autocensurarse, a emitir una versión
incompleta del contenido original.
No todas las emociones
aumentan la viralidad de un mensaje este
depende de su contenido y de la forma empleada para distribuirlo. En particular, una carga de
tristeza o negatividad hace que un contenido sea menos viral.
Curiosamente, la capacidad para apreciar la belleza no
es considerada como de gran valor social, excepto por algunas minorías que suelen compartir otro tipo de belleza
normalmente con bastante poco gusto.
A la audiencia le gustan las historias. Aunque no
suelen tener paciencia para escucharlas de golpe. Las historias deben irse
desarrollando a lo largo de una colección de mensajes que el público objetivo
pueda ir asimilando.
Además del contenido en sí mismo, la forma en la que se distribuye el mensaje también afecta a su viralidad.
Además del contenido en sí mismo, la forma en la que se distribuye el mensaje también afecta a su viralidad.
Los medios de información y las redes sociales se
pueden dividir en dos tipos: de audiencia abierta y de audiencia restringida.
Los abiertos son, por ejemplo, Twitter y Youtube. Los restringidos LinkedIn y
Facebook.
Algunos contenidos se
vuelven virales debido a un evento que genera repentino interés. Los detonantes se pueden
desencadenar de forma natural pero también es posible producirlos
artificialmente publicando cierta información con el fin de que la gente hable
de otra que está relacionada.
Un detonante inesperado pero de eficacia bien
demostrada es el ejercicio físico. La gente comparte más después de un periodo
de actividad física (eso lo sabe y puede comprobarlo cualquiera que tenga un
amigo runner).