Todos conocemos las grandes marcas ya sea por la innovadora publicidad de los últimos tiempos como también por la tradición que cada una carga consigo. Sin embargo, pocos conocemos la competencia que existe entre ellas, al menos como consumidores.
Adidas y Nike son dos de las marcas más conocidas a nivel mundial en cuanto a ropa y calzado y deportivo. Fue en las Olimpiadas de China donde ambas marcas tuvieron una dura batalla.
Las Olimpiadas son un evento deportivo que cuenta con millones de espectadores alrededor del mundo gracias a la naturaleza del mismo: una competencia deportiva internacional dividida en especialidades.
Llegar a ser una de las marcas utilizadas por algún atleta durante el evento asegura una publicidad que más de uno querrá ver así como cierto estatus puesto que no cualquier marca llega tan alto. O a los pies o cabeza de deportistas altamente conocidos en el mundo y con millones de seguidores.
Adidas y Nike se disputaron la presencia en las Olimpiadas. Si bien es posible que hayan gastado millones para aparecer estratégicamente como ropa o calzado de ciertos atletas, lo cierto es que la publicidad obtenida les generaría más de lo que invirtieron, puesto que los espectadores del evento de inmediato verían que tales o cuales artículos están a la venta y lo comprarían solo para imitar o apoyar a sus ídolos. En China, por ejemplo, ambas marcas tuvieron una enorme aceptación y, por ende, una buena ganancia.
No solamente ambas marcas obtienen ganancias de esta manera: su marketing ha ayudado enormemente a mantenerse en el mercado. La imagen, el slogan, son elementos de suma importancia. Si bien nos parece extraño, como consumidores, ver que una marca cambie su slogan, esto forma parte de una estrategia de marketing que les ha ayudado a abarcar a más seguidores y ser mucho más aceptados. Una simple pero efectiva frase puede lograrlo.
Lejos de lo que creemos, tanto Adidas como Nike no solo cuentan con una buena fuente de inversión sino también con la inteligencia de mercadotecnia suficiente como para mantenerse entre los primeros lugares.
Fuente: El espectador.