Ya sea durante una charla profesional en una jornada de networking o ante una entrevista laboral, muchas veces queremos venderle a un interlocutor una imagen profesional que nos permita acceder al empleo que buscamos, obtener distintos beneficios o disimular algunas carencias. Para que esto funcione hay que saber cómo hacerlo de forma correcta, o sea, con la confirmación de la ciencia.
Si bien en muchos casos la postura corporal y la actitud del cuerpo van en concordancia con la personalidad de quien habla y por lo tanto no pueden cambiarse de forma sencilla, la ciencia puede brindar algunos consejos orientativos para aquellas personas que quieran demostrar una imagen más profesional o confiada en determinados momentos. Siguiendo estos consejos, la vergüenza, inseguridad y falta de capacidad pueden disimularse ante el interlocutor que terminará por hacerse a la idea de que se encuentra frente a una persona exitosa.
¿Quieres saber cuáles son estos gestos? Te contamos 6 pequeñas acciones que pueden llevarte a lograr este efecto:
1) Gesticular con las manos
Hacer movimientos con las manos puede ayudarnos a expresar mejor las ideas. Esto no quiere decir que sea necesario representar con los dedos cada palabra que se dice, o hacer movimientos exagerados que espanten a nuestro interlocutor. Los simples gestos y movimientos de la muñeca en afirmaciones puntuales o momentos claves de la charla serán vistos de forma positiva, mientras los otros solo causarán sensación de exageración.
2) Inclina la cabeza al saludar
No tanto como para hacer una reverencia, pero es una buena idea inclinar ligeramente la cabeza hacia abajo al saludar a algún profesional que admiras o una persona superior en jerarquía. Si además muestras una sonrisa y mantienes contacto visual mientras realizas el movimiento de cabeza y extiendes la mano para saludarlo formalmente, tu interlocutor se sentirá honrado y agradecido sin percibir que esos sentimientos fueron generados por un simple movimiento de cabeza.
3) Hacerte a un lado ligeramente
Si la charla te lleva a un momento de desacuerdo o discusión pero no quieres un enfrentamiento directo ni hacer hasta lo imposible por convencer al otro de tus argumentos, lo que puedes hacer es ladear tu cuerpo ligeramente para evitar una posición desafiante. También puedes suavizar tu discurso y dejar en claro que no deseas entrar en un debate, pero si además ladeas tu cuerpo el mensaje será transmitido de forma más clara y eficiente.
4) Sonríe si sientes estrés
Ante el estrés, la ansiedad o los nervios una excelente opción es sonreír para evitar hacer muecas que reflejen tu estado de nervios. La sonrisa relajará tus cejas impidiendo que un ceño fruncido le pueda dar a tu interlocutor una impresión negativa.
5) Imita los gestos
No exageres, la idea no es parecer un espejo o generar un sentimiento de burla. Pero algunas investigaciones destacan que para lograr la empatía en el interlocutor a veces es una buena idea imitar sus gestos.