Para ser productivo y aprovechar mejor tu tiempo es necesario que cambies algunos hábitos de tu rutina diaria.
Siempre que alguien quiere mejorar, en cualquier aspecto, el primer paso que para lograrlo es ser conscientes de lo que hacemos o dejamos de hacer para luego identificar dónde pueden estar las principales dificultades para conseguir el objetivo que tenemos en mente.
Si lo que quieres es mejorar tu productividad porque consideras que eres poco eficiente, a continuación, analizamos cuatro hábitos que deberías intentar erradicar ya que posiblemente estén atentando contra tus intereses de ser más productivo.
1. Enviar un mensaje de texto cada cinco minutos
Ya sea a través de WhatsApp, Facebook u otro soporte de mensajería instantánea, según datos sobre el uso de teléfonos móviles en Estados Unidos, pasamos en promedio cuatro horas diarias con el celular, lo que incluye el envío de 85 mensajes de texto para adultos menores de 45 años.
El problema de esta dependencia que tenemos con el celular y la necesidad de estar en línea y disponibles las 24 horas del día es que a cada instante estamos cambiando el foco de nuestra atención y atentando con nuestra capacidad de mantenernos concentrados en una actividad concreta.
Una buena manera de empezar a cortar este hábito es eliminar las notificaciones que nos avisan cada vez que recibimos un mensaje. Si aun así te sientes muy tentado, intenta establecer reglas, como por ejemplo no revisar el teléfono cada menos de una hora.
2. Decir que sí a todo
La mala costumbre de decir que sí a todo y comprometernos a cuanta cosa nos ofrecen puede ser un problema de difícil salida. Sobre todo, cuando la realidad indica que no disponemos del tiempo suficiente para dedicar horas de calidad a cada uno de los compromisos que asumimos.
¿Qué hacer para corregir este hábito? Cada vez que llegue a tus manos una nueva propuesta o proyecto, tómate unos instantes para analizar y pensar antes de decir “sí”. Considera el impacto a corto y largo plazo antes de tomar una decisión y aprende a sentirte cómodo diciendo “no”. Aunque quizás no te lo dirán, tu jefe y/o los clientes apreciarán tu honestidad, sobre todo si el hecho de decir que sí a muchos proyectos pueda generar un impacto negativo en los resultados.
3. Falta de organización
Si tienes dificultades para organizarte, sin dudas estamos ante un problema que puede afectar nuestra productividad; ya que probablemente estés corriendo siempre de atrás para ponerte al día. Si estás dispuesto a cambiar de hábitos.
En segundo lugar, piensa cuáles son las prioridades y qué herramientas estás utilizando para monitorear tus tareas.
4. Vivir sin un horario
El orden que ofrece tener una agenda bien estructurada no solo nos permitirá optimizar mejor nuestro tiempo, sino que nos dará salud por el estrés que nos evitamos por no llevar una agenda.
Un consejo es dedicar al menos 30 minutos la noche previa organizando las tareas y compromisos para el día siguiente. Para ello dedique un tiempo para revisar el correo electrónico, confeccione una lista, distribuya su tiempo para ver todo lo que puede hacer en un día. Otro consejo es anular 30 o 60 minutos del calendario para poder contemplar cualquier imprevisto.
Nunca olvide que, tal y como dijimos al comienzo del artículo, la clave está en ser consciente de la necesidad y nuestras dificultades para lograr ser más productivos