Hasta hace un tiempo solíamos asociar la creatividad únicamente con cuestiones artísticas; pero esa idea ha perdido fuerza y hoy en día sabemos que afortunadamente la creatividad es una habilidad que se aprende y se trabaja y no es una competencia exclusiva de unos pocos. Además, la creatividad está entre las habilidades o skills más buscadas por los reclutadores a la hora de contratar personal, independientemente del área a la que se dedique.
La creatividad y la adaptabilidad son dos de las características más buscadas en los candidatos por parte de una empresa, ya que tener empleados creativos le permitirá a cualquier organización -independientemente del rubro al que se oriente- formar grupos de trabajo con personas que puedan adaptarse a distintas situaciones y encontrar soluciones originales a los problemas que surjan, aunque éstos no sean específicos de su departamento o competencia.
Una mentalidad creativa está siempre preparada para encontrar nuevas formas de abordar un problema, para generar nuevas e innovadoras ideas y para ver las cosas desde otros puntos de vista. A las personas creativas suelen gustarle los desafíos y responden muy bien ante los cambios ampliando su adaptabilidad a las tareas, lo que resulta ideal en estos tiempos donde el mercado cambia constantemente.
Si crees que te falta creatividad para resolver algunas tareas, o deseas entrenar más esta habilidad, te dejamos unos consejos que te ayudarán a despertar tu potencial creativo para que puedas aplicarlo en cualquier empleo y destacarte en lo profesional.
4 tips para ser más creativo en el trabajo
1 – Ordénate
Pon orden tanto en tu escritorio, como en la planificación de tu trabajo. Aunque tal vez pienses que no tiene nada que ver una cosa con la otra, lo cierto es que mantener el orden hacia afuera es fundamental para ordenar tus ideas, organizar tu trabajo y dedicar el tiempo creativo necesario para cada tarea.
2 – Piensa qué es lo que necesita un cambio o una mejora
Pregúntate ¿qué necesita cambiarse o mejorarse dentro de tu empresa? Puede ser desde un proceso de trabajo, hasta un nuevo proyecto. Piensa en nuevas propuestas e ideas y trabájalas para poder presentarlas posteriormente a tu jefe y convencerlo de que sería viable llevarlas a cabo.
La claves es no plantear una idea a medias o sin argumentación. Si tienes algo que aportar, trabaja en ello antes y piensa tant los puntos fuertes a los débiles.
3 – Ten una libreta para apuntar ideas
No confíes en que tu cerebro podrá almacenar cada cosa que se te viene en mente, ya que con toda la información que recibes día a día, es probable que termines olvidando algo. Para rebatir esto lleva siempre contigo una libreta donde puedas anotar las ideas que van surgiendo. Anota todas, incluso aquellas que te parezcan malas: al trabajar desde una idea inicial que puede parecer no tan atractiva, pueden surgir otras muy interesantes.
4 – Escucha las ideas de los demás
Escuchar y analizar las ideas y propuestas de los demás es otra buena forma de ampliar nuestra mente y no quedarnos únicamente con un único punto de vista acerca de cómo debe llevarse a cabo cada cosa.
Un ejercicio muy beneficioso es imaginarse que se está resolviendo el problema de otro. Esto te permitirá hacerte a un lado de tu esquema de pensamiento bajo el cual tal vez siempre resuelves de la misma manera las distintas situaciones que puedan presentarse. El solo hecho de imaginarte desde otro punto, puede activar tu creatividad.