Mucho se ha dicho que un jefe no es un líder, y viceversa. Sin embargo, no todos comprendemos la diferencia entre ambos términos o tan siquiera cómo convertirnos en verdaderos líderes. ¿Qué es lo que necesitamos?
1. Positivismo
Un buen líder siempre debe estar motivado a realizar cualquier labor así como también debe ser capaz de tener una visión positiva, la cual inspirará a aquellos que le rodean. Lee cada día algo que te inspire y eso contagiará a tus empleados.2. Cero negatividad
Aunque puede tomarse este consejo como una copia del anterior, una cosa es ser positivo y otra muy diferente encerrarnos en visiones negativas. Debemos dejar esta mala práctica de lado ya que genera insatisfacción y duda en tus empleados, amén de envenenar el entorno laboral hasta convertirlo en uno tóxico.3. Valora a tu equipo
Motivar a tus empleados siempre es benéfico. Debes saber qué es lo que les importa y qué les impulsa a trabajar para ti. Recompensarlos cuando se logra algo, así sea pequeño, los estimulará. No debe ser dinero únicamente: reconocimiento o un regalo son altamente valorados.4. Delega tareas
Si tienes un buen ambiente laboral, puedes dejar tareas a tus empleados. Si bien no siempre debemos acapararlas todas, esto puede ayudar a generar responsabilidades en tu equipo de trabajo además de estimular la creatividad en ellos.5. No culpes a nadie
Cuando ocurra algo malo en la empresa, no debes culpar a alguien en específico. Más que buscar un culpable, procura resolver el problema en equipo además de prevenir que se repita dicha situación en conjunto con tus empleados. Ya si el culpable en concreto no quiere apoyar, es momento de tomar acciones.6. Exigencias
Un buen líder debe ser exigente. La mediocridad no debe hacer parte del pan de cada día. Sin embargo, debe saber motivar e inspirar a su equipo a alcanzar la excelencia.Fuente: Emprender fácil.