Hay empresarios que miden el éxito en el aumento de ventas de sus productos, más que en la satisfacción de sus clientes; Lo que a largo plazo, termina impactando negativamente el negocio, ya que está demostrado que un cliente mal atendido difícilmente volverá a repetir la experiencia y seguramente, compartirá su opinión con allegados y conocidos.
Por eso es importante establecer unas pautas o consejos del buen servicio al cliente, que independientemente del negocio que tengas, debes procurar que tanto tú como tus empleados sigan como si fueran mandamientos:
Sea ágil en el servicio, evite a toda costa los retrasos y no deje esperando a los clientes para ser atendidos. A nadie le gusta esperar.
La cordialidad es vital en los negocios, por lo que es importante estar pendiente en brindar un buen trato: saludar de manera respetuosa, tener una actitud abierta, demostrar seguridad al resolver las diferentes inquietudes sobre un producto, genera confianza en el cliente.
Ayudar a los clientes no es lo mismo que acosarlos, es importante darles su espacio para que puedan elegir con tranquilidad. Una vez la persona encargada de la atención, se presente a sí misma, ofreciendo su colaboración, puede esperar a que el cliente le llame. Si opta por perseguirlo, seguramente este huirá incomodo hacia otra tienda.
Capacite constantemente a su recurso humano y a sí mismo, en los servicios o productos que se ofrezcan, tanto para asesoramientos sobre el mismo (en que consiste, cuáles son sus beneficios, la diferencia con otros) como en los procedimientos de la empresa (promociones, formas de pago, tiempos de entrega).
Procure tener disponible y organizados todos los recursos que necesita para que su negocio funcione de una manera adecuada. Para poder responder a la demandas de sus clientes de manera rápida y eficaz.
Establezca un canal de comunicación con el cliente para que este pueda manifestar sus opiniones o sugerencias. De esa manera, podrá identificar en que procesos debe mejorar.
Fuente: http://www.elgrannegocio.com